Los biomas, o zonas de vida, son
regiones naturales con grupos de plantas o animales características que se
desarrollan en un clima determinado. Estas especies viven en equilibrio y están
adaptadas a las condiciones externas del medio. 

La distribución de la fauna y la flora
en el mundo guarda estrecha relación con:
      
La energía solar
      
El agua
      
El suelo
      
La interacción de los seres vivos.

El principal rasgo
que distingue a los diversos paisajes naturales es la presencia o ausencia de
vegetación y sus distintas características. La vegetación puede agruparse en
cuatro grandes formaciones:
  1. –
    El desierto.
  2. –
    La sabana.
  3. –
    La pradera.
  4. –
    El bosque.

1. Los Desiertos
son paisajes caracterizados por la ausencia de lluvias. La temperatura
determina dos tipos de desierto:

Desiertos cálidos (Desierto del Sahara, en África)

Desiertos con estación fría (Desierto de Gobi, en Asia)
Ambos
representan un paisaje compuesto por un conjunto de dunas, granos de arena,
temperaturas de caldera y tormentas de viento. A priori parecería que no puede
existir vida, sin embargo, la realidad es que los desiertos albergan
innumerable cantidad de criaturas y plantas propias. Existen aves, reptiles,
arañas y escorpiones de desierto, también especies de felino y otros mamíferos
que se han adaptado, incluyendo etnias de humanos. Generalmente, la vida en el
desierto transcurre de noche, cuando las temperaturas bajan, y a la luz del día
poco y nada puede apreciarse a vista de pájaro.

2.          
La Sabana es
una llanura donde predominan especies herbáceas, árboles aislados y bosques de
galería a lo largo de los ríos. La adaptación de los árboles de la sabana
depende de la estación húmeda o seca. En este bioma se han desarrollado grandes
herbívoros gracias a la cantidad de alimento que proporciona la vegetación
herbácea. La sabana africana es la más extensa del mundo, y alberga a una gran cantidad
de especies animales.

3.          
El Bosque es un
paisaje donde l
a vegetación es
predominantemente arbórea, aunque también hay arbustos y plantas herbáceas.
Dentro de este bioma se distinguen dos formaciones: el bosque caducifolio y el
de coníferas.

4.          
La Pradera se caracteriza por tener una vegetación baja
compuesta principalmente por matorrales, plantas herbáceas, juncales o
gramíneas. Todas ellas aparecen en gran variedad aunque a simple vista no
presenten tantas diferencias entre sí como se pueden observar en otros
ecosistemas más ricos y abundantes en vegetación. 
Al mismo tiempo, los árboles
y vegetación de gran altura no es característica de este ecosistema, además de ser en
gran parte eliminada por el hombre para favorecer el pastoreo; no presenta una
gran variedad de fauna, quizás mucho más presente en otros ecosistemas como la
selva. Algunos de los animales típicos de ella son varios tipos de aves (desde
pequeñas a grandes como el ñandú), gran número de roedores (que viven en madrigueras
básicamente por la escasa protección de sus predadores que permite la
vegetación baja), armadillos, zorros y otros que son específicos de algunas
áreas del planeta como los bisontes del norte, los coyotes, o los antílopes de
Asia.

La pradera es quizás uno de
los ecosistemas y espacios geográficos más apropiados para el hombre y es por
eso que gran parte de ellas son sede de granjas y otras unidades productivas
que se basan en la presencia de ganado.