Vamos a adelantar una asignatura del #CursoMonitor que estamos realizando ahora y aprovechando que es invierno trasladarnos al maravilloso mundo de las estrellas y constelaciones, y localizar la estrella más brillante de nuestro cielo nocturno, Sirio, y una de las constelaciones más bonitas, Orión, ambas presentes en esta fría estación.

En el taller de estrellas del Curso de Monitor de Tiempo libre que tenemos ahora en invierno vamos a explicar cómo localizamos, en general, las constelaciones en el cielo. Es mucho más fácil de lo que parece en un principio, ya que de primeras puede dar vértigo asomarse a este asombroso mundo, pero conforme vas reconociendo unas y otras es como si abrieses los ojos y mirases por la ventana el paisaje, que va cambiando según nuestro hogar, la Tierra, se mueva por el espacio.

Para encontrar constelaciones en el cielo nos guiaremos por algunos de estos datos:

  • La fecha en la que estamos: Puesto que nos movemos por el espacio, unas veces vemos unas estrellas y otras veces otras. En verano, cuando se va el sol, tenemos arriba del todo las constelaciones de Lira, Cisne y Águila. Estas, en otoño, las encontramos hacia el oeste y, sin embargo, no las veremos en invierno, o no a las horas en las que pondríamos una actividad de taller de estrellas.
  • La hora: Las estrellas se mueven en el cielo de este a oeste. Si miramos al nor-noreste en invierno bien avanzada la noche veremos a la Osa mayor que poco a poco irá subiendo, girando en torno a la Estrella polar. Si no ha aparecido o tan solo asoma un poco, sabemos que acaba de oscurecer. ¡Pero en invierno!
  • El punto cardinal: Anclado obviamente a un mes y una hora concretos. En estos meses sabemos dónde está el sur porque, cuando oscurece, la constelación de Orión está hacia ese punto cardinal. Pero ojo, más cerca a otoño o primavera, o a una hora más tardía, esto no será así.
  • El brillo de las estrellas: Unas estrellas son más brillantes que otras. Si creemos estar mirando la Osa menor y en esta hay una estrella tan brillante como Sirio, es seguro que no es la Osa menor, ya que las estrellas de esta constelación tienen un brillo mucho más débil.
  • El color de las estrellas: Si te fijas bien no todas las estrellas tienen el mismo brillo, algunas son más blanquitas, otras algo azuladas, y otras son rojizas. Cuando aprendes esto reconoces más fácilmente la constelación porque sabes que tal estrella, en tal posición, tiene que tener tal color, y no otro.
  • La forma geométrica: No intentes imaginarte lo que la constelación representa para encontrarla en el cielo, te lo aseguro, nuestros antepasados tenían mucha más imaginación, y un cielo más limpio. No busques una osa sino un carro, o un cazo, o un cuadrilátero de cuatro estrellas con una línea curva de tres saliendo de este. Además procura ver imágenes de las constelaciones y memorizar sus formas geométricas para que, cuando mires al cielo, las estrellas conecten entre sí mediante líneas (mentalmente) con más facilidad.
  • Sus vecinas: Constataremos que una constelación es la que buscamos porque a su lado está la que debe estar a su lado, y no otra. Piscis es una constelación que cuesta reconocer, pero sabemos que está justo debajo de Pegaso. Nos será mucho más fácil hacerlo sabiendo esto.
  • Por último a través de unas y otras constelaciones podemos encontrar fórmulas para guiarnos y localizar las constelaciones. Una nos puede ayudar a encontrar otra.
Terminamos esta entrada invitándote a que eches un ojo a imágenes de las constelaciones de invierno, para tratar de localizar alguna mirando al cielo nocturno tal y como haremos en el taller de estrellas del #CursoMonitor. Sobre todo Orión, con la que podemos localizar la estrella Sirio:
Cuando oscurezca verás hacia el sur-suroeste la figura de Orión con la cabeza a la izquierda. En el centro, las tres estrellas juntitas del cinturón de Orión. Si trazas con estas una línea que siga descendiendo hacia la tierra llegarás hasta una estrella muy brillante que parpadea mucho. Esta es Sirio, de la constelación del Perro.