Continuación de la entrada sobre la Actividad de Tiempo libre: el Campamento.
Dos: Las emociones en la micro
sociedad.

El campamento constituye una
pequeña sociedad autosuficiente, aislados los participantes durante un tiempo
de sus sociedades de origen, y muchas de las cosas que estamos aprendiendo van
encaminadas precisamente a conseguir esa autosuficiencia, a saber movilizar a
este pequeño grupo social y resolver los conflictos que se produzcan. Nuestra
misión es proteger esta pequeña sociedad, y garantizar que los objetivos
propuestos se den en todos sus miembros.
 
En el campo de las emociones
solemos observar como dentro del campamento, de nuestra micro sociedad, estas
se ven amplificadas. La convivencia entre los participantes, la rápida e
inevitable confianza compartida, las fricciones en el día a día,… provocan que
los sentimientos afloren con mayor facilidad. Lo que nos parece bonito puede
pasar a maravilloso, y el que nos cae simplemente bien pasa a convertirse en
nuestro amigo del alma.
Igual ocurre con los aspectos
negativos. Los problemas por ejemplo pueden pasar de ser simplezas a
convertirlos, los propios participantes e involucrados, en un gran problema que
debe ser solucionado de inmediato. El monitor nunca debe entrar en ese juego de
agrandar, al contrario, debe restar importancia a los problemas que,
generalmente, son de sencilla solución.
Los participantes, sobre todo los
pequeños, o los que no estén acostumbrado a este tipo de actividad, se pueden
ver arrastrados por estos sentimientos, y por un funcionamiento del día a día
que no llegan a entender. La mejor forma de combatir esto es mediante una buena
programación, que como dijimos en el otro punto marque el ritmo del día a día
al cual se acostumbren, y marque las normas básicas de convivencia de nuestra
pequeña sociedad, unas normas que deben entender y comprender todos para que
sean óptimas. Y mediante la observación y la resolución de conflictos
surgentes.