Una velada es una actividad de tiempo libre que reúne elementos de
animación y espectáculo, y que conlleva un aporte de enfoque dinámico-grupal:
sacar a la luz dentro del grupo experiencias y valores compartidos durante una
etapa.
Este es el motivo por el que se entienda por velada
la reunión para actuaciones realizadas por la noche, pero no es el único
momento en los que podemos situar el final de una etapa, ni las actuaciones la
única forma de compartir lo vivido durante esta.
La palabra velada está recogida como una reunión
nocturna de un conjunto de personas para solazarse de algún modo, o participar
en algún tipo de fiesta. Es comprensible su origen en el verbo velar, es decir,
permanecer un tiempo extraordinario, la noche, limitada al tiempo de descanso,
para estar con alguien, o algo, que necesite compañía, y compartir el
sacrificio de ese tiempo extraordinario: una vela de armas, velar a un
enfermo,…
Al extrapolar el término al tiempo libre es
comprensible la procedencia de ese matiz de compartir fatigas, traducido en el
saber popular como velada, momento de fiesta. Pero en tiempo libre, al situarse
una velada no al final de un trabajo, sino del mismo tiempo de ocio, podemos
recapitular y compartir en este tiempo de velar las experiencias y valores
vividos.
Además, tampoco podemos limitar el tiempo de velada
a la noche, pues al ser cierre de una etapa podemos situar este, por ejemplo,
antes de finalizar una actividad de tiempo libre, que acaba tras la hora del almuerzo.
Resumiendo, la fórmula sería la siguiente:
VELADA = Compartir + Cerrar una etapa / Actividades
de expresión y entretenimiento.