Cuando realizamos actividades que para un participante, sobre todo niños, son totalmente nuevas, es importante explicarles su funcionamiento de manera esquemática, y no abordarle con una gran cantidad de conceptos que le será difícil recordar. Dentro de las actividades de multiaventura o también en tiempo libre o turismo activo, como ya explicamos en este blog, se nos dan muchos casos de adaptación de deportes para crear un pequeño taller o actividad que suponga una iniciación a dicho deporte pero, como decimos, no puede convertirse, por tiempo o por falta de base, ni en clases ni en competición.

En esta entrada vamos a ver una de esas actividades, en concreto la de tiro con arco (una de las pruebas de la Olimpiada monitores). Vamos a plantear una serie de pasos esquemáticos para que el niño memorice y, en el poco rato que dure la actividad, pueda disfrutar de esta disciplina. No obstante, recuerda siempre que lo fundamental es la seguridad y el buen hacer.

     0. Nos colocamos en la línea de tiro, un pie por delante, y un pie por detrás. Es fundamental que todo el mundo esté por detrás de la línea de tiro, que carguemos la flecha con esta mirando hacia la diana, y que solo tensemos un arco cargado en la línea de tiro.
Recuerda que no se debe soltar la cuerda de un arco sin que tenga una flecha cargada.

     1. Cogemos el arco con la izquierda (diestros), fuertemente, y colocamos los dos pies paralelos, y perpendiculares a la línea de tiro (todavía no miramos hacia la diana, ni subimos el arco, ni cargamos). Los pies en la misma línea de los hombros. Adelantamos un poco el pie derecho (recuerda que, si la diana está al norte, este pequeño paso lo estamos haciendo hacia el este).

     2. Colocamos la flecha con el arco ligeramente inclinado para que no se nos caiga a la hora de subirlo. Generalmente, la pluma de diferente color miraría hacia el exterior del arco (para que no choque con este). La flecha se engancha en la cuerda, por debajo de la arandela. Aún no cogemos con la derecha.

     3. Subimos el arco. El brazo izquierdo estará estirado, agarrando fuerte, sin sacar ni meter el hombro, y recordamos esa posición para repetirla.

     4. Ahora si usamos la derecha, y cogemos la cuerda con tres dedos, por encima y debajo de la flecha, sin tocarla. Intentamos mantener la posición mientras apuntamos, y hacer en los siguientes tiros exactamente lo mismo, para que la flecha vaya siempre al mismo lugar al que apuntemos.

     5. Estiramos con el brazo derecho hasta llevarnos el dedo gordo a la mejilla. El codo no debe apuntar hacia abajo. Antes habremos comprobado la amplitud de brazo, para que la flecha sea la más adecuada.

     6. Soltamos. Para que sea con mayor suavidad, nos llevamos el dedo gordo al hombro derecho.

Recuerda sacar las flechas de la diana con suavidad, sin hacer palanca, sujetando la diana con una mano, y tirando de la flecha, lo más cerca de la diana hacia atrás. Es importante también comprobar que no se haya dañado la flecha, pues podría partir en el siguiente tiro. Y si no has dado en el blanco, no te preocupes: ¡a seguir practicando!